Son pocas MUJERES CONDUCTORAS DE un autobús de pasajeros - Pasajero7

Son pocas MUJERES CONDUCTORAS DE un autobús de pasajeros

MUJER OPERADORA

Su nombre es María Cristina Correa Cruz, tiene 44 años de edad y de esos 14 lleva trabajando como operadora de transporte público. Su jornada inicia a las cinco de la mañana, dos horas antes de ver la luz del día. Para llegar a la base donde debe formar su autobús en la zona de Santo Tomás Ajusco y con destino al Estadio Azteca, María Cristina debe levantarse a las 4 de la mañana; antes de irse a descansar, ella debe de cumplir entre 12 y 17 horas de trabajo lo que se considera un turno completo, aunque a veces tiene un relevo que la apoya medio turno.

De conducir una grúa, migró a manejar un microbús en la Ruta 39 (sur de la Ciudad de México), de ahí, tuvo la oportunidad de sustituir su micro por un autobús; actualmente tiene dos. Su esposo o su compañero de vida como ella lo llama, -quien igualmente se dedica al transporte público- es el que conduce la otra unidad, ambos de la misma ruta.

Tras 14 años detrás del volante, y consciente de la responsabilidad que implica manejar un autobús de transporte público, Cristina dijo “he subido algunos kilos (suelta la carcajada) quizá el estar tantas horas sentada me ha ocasionado subir un poco de peso”, pero eso de acuerdo a su narración, es la única cosa que podría no gustarle de su trabajo y algunas veces cuando el pasajero llega a ser “grosero”; recuerda la anécdota cuando en una ocasión en la calle Pino Suárez le hicieron la parada, pero al ver que era una mujer la que conducía la unidad -la acompañante de la pasajera- le dio la bendición a la otra, en señal de que no confiaban en ella. Pero eso son solo anécdotas del día, refiere.

Sobre los retos que ha tenido que sortear como transportista y en un empleo que pareciera solo para hombres, Cristina comentó: “Cuando entré a la ruta, muchos compañeros me trataban mal, no veían como normal que una mujer manejara un microbús, hubo momentos en donde estuve a punto de renunciar a mi trabajo, me sentí durante mucho tiempo discriminada, pero la necesidad me orilló a formarme de carácter y decir, por qué voy a dejar mi trabajo por complacerlos” entonces ella se armó de valor, y se mantuvo firme, nos cuenta.

Sus dos hijos son el motor de su inspiración ya que, de ellos, nunca ha recibido un mal comentario por su ocupación. “Cuando empecé en los micros mi hijo tenía dos años y la niña 11, así que prácticamente toda la vida me han visto en esto”.

En la Ruta 39 es la única mujer que maneja una unidad por lo que ha tenido que aprender desde mecánica hasta defenderse de los abusos de sus compañeros, aunque acepta que ya después de 14 años, ellos ya la tratan como iguales sin distinción del sexo.

No conoce de muchas mujeres que conduzcan un microbús o autobús, pero sí tiene una amiga que maneja una unidad aún más grande que la suya en el corredor de transporte COPESA que circula sobre el Periférico, una de las avenidas más importantes en la Ciudad de México.

Tras el periodo de confinamiento y reconocer una baja de usuarios en el transporte de más de un 80%, Cristina está ansiosa por la recuperación del pasaje, ya que por el incremento del diésel, gasolina y refacciones la han orillado a realizar otros trabajos para compensar el ingreso que no tuvo en estos dos años. Reconoce que ha habido apoyo del gobierno, sin embargo, refiere que “ha sido insuficiente; hemos obtenido algunos apoyos para diésel pero si a ello le sumas la tarifa que está muy castigada y que todo ha subido, se podrá entender que los transportistas hemos vivido momentos de angustia hasta para satisfacer las necesidades básicas”.

Aun así, seguirá haciendo lo que le gusta, mover a las personas. “Me gusta ser mujer, destacar en un lugar que se supone es de hombres, me gusta hacer las cosas bien y gracias a ello he recibido muchos elogios por parte de mis pasajeros”.

Las mujeres en operación de otros sistemas de transporte

Recién en funcionamiento la ampliación de la Línea 5 del Metrobús en la Ciudad de México, en el Patio de encierro Bombas se habilitaron dormitorios para operadores y operadoras; desde la fecha de inicio del servicio de esta extensión del Metrobús, son tres mujeres las que han conducido una unidad; sin embargo, actualmente en esta línea no se cuenta con mujeres conductoras.

De acuerdo con el texto “Mujeres en el sector de movilidad: ¿Cómo vamos en la Ciudad de México?” de Anette Ramírez y Tania Pérez (febrero 10, 2020) “El aumento de la participación de las mujeres es clave para proveer viajes más seguros, equitativos y de mejor calidad”.

En el texto, cuyo contenido se puede revisar en el sitio oficial de WRI México, se señala que el Metro y Metrobús son los sistemas con mayor proporción de mujeres en puestos operativos-administrativos (71 y 46 por ciento, respectivamente); en contraste, el Metro lidera la participación de las mujeres como conductoras con 29 por ciento.

Los sistemas Metrobús, Sistema de Movilidad M1 y STE a nivel operativo-conductoras, presentan porcentajes muy bajos sobre la participación de ellas en dicha tarea, apenas con un rango de entre el 5 y el 1 por ciento. Conforme con el texto de Anette Ramírez y Tania Pérez “Este hallazgo es de gran relevancia pues identificar las características que hacen a este organismo más atractivo (Metro) o apto para que las mujeres participen en su operación, resulta de gran apoyo para el diseño de medidas más equitativas que incrementen la fuerza laboral de las mujeres en el sector”.

En opinión de las autoras, el contar con mujeres conductoras cobra relevancia; apoyadas en datos del INEGI, indican que los conductores masculinos son responsables del 86 por ciento de los incidentes de tránsito, y solo un 14 por ciento es atribuible a las conductoras.